Isabel Novoa

La casa de Paco Roca esta estrechamente vinculada a la familia, a las emociones que dejamos que nos invadan, a los objetos que forman parte del pasado y sobre todo, a los recuerdos.

 

El escenario sobre el que se edifica la novela gráfica del maestro Paco Roca esta repleto de nostalgia y remembranza familiar, un álbum de fotos sin negativos. Se encuadra como un festival de relaciones humanas en un ambiente de reminiscencia y sentimientos, interactuados durante un lapso de tiempo. De una manera simple y auténtica, las hojas en movimiento pasean por los huecos del resentimiento y los reproches, para hacer énfasis en la huella de un padre que no podía pasar sus días sin cultivar el huerto o trabajar, demostrando una fuerte voluntad.

 

 

En gran parte, esta obra es un ciclo de vida y arrancará de nosotros la reconciliación de los recuerdos, reflexionaremos a lo largo de las páginas sobre el núcleo familiar.

 

 

 

 

No sólo para Roca supone un cómic personal, la historia le pide al lector entrar para rellenar los huecos, leyéndola nos daremos cuenta que alteramos nuestro presente para dejar paso al rescate de nuestra historia, esa que esta fuertemente vinculada al polvo del paso del tiempo y a las grietas del abandono. Sobre unos hechos que sentimos muy cerca, en unas paredes ahora mudas por la falta. El escenario nos explica con detalles como tres hermanos se plantean la decisión de vender la casa familiar, una residencia donde descansa el paso de la niñez hacia la edad adulta.

La casa es una obra más que recomendable, una lectura imprescindible.

 

 

El autor mantiene el tono suave, en el registro social se siente muy cómodo, los trazos sencillos de Roca nos permitirá identificar las brechas que adopta cada personaje. Utiliza el emergente recurso de las emociones y los sentimientos por los objetos, incluso el más banal abre una brecha que siembrar dudas sobre que decisión tomar. El único deseo que asalta es mantener vivo el recuerdo, mientras se deja invadir por la paz del hogar familiar liberará algunos momentos que  conforman su bagaje sentimental, para poder asumir la responsabilidad de la decisión.

 

El rastro que dejamos y la serenidad necesaria para enfrentar el presente, es la tónica de la historia. Aun cuando describe situaciones tristes, los malentendidos, y las disputas que los acompañan convierte el conflicto interior en una textura parecida al otoño, desborda sensibilidad, nada se escapa y lo procesa todo con un intenso aroma de intimidad.

 

 

 

 

La obra plantea la narración a modo de un recorrido entre flashbacks y ausencias. Paco Roca deja la imaginación y el corazon encerrado entre paredes.

 

 

 

 

 

 

Los colores apoyan el estado de ánimo, son predominantes los ocres, el tono sepia acompaña casi siempre el recuerdo. Se mezcla con el talentoso color veraniego, el pastel de las estaciones calurosas y la modesta paleta del invierno, las composiciones de las cajas forman un conjunto fácilmente reconocible, sostienen el perfecto equilibrio que subraya la ida y vuelta de la memoria. El dialogo ordenado y simple, nos recordará quienes somos y de donde venimos.

 

Toda la historia se mantiene en la casa o sobre la casa, esto nos permite observar sobre que cimientos interactúa José , Vicente y Carla, todos ellos conforman diferentes estados de ánimo, sin complejos, al compás del relato, deparando momentos entrañables. El carácter marcado del álbum posee la fuerza universal de la falta, la profundidad de la línea sobria es capaz de zambullirnos en nuestros propios recuerdos con una empatía brillante. Pone de relieve remordimientos y oportunidades perdidas, todo suena a verdad en esa estancia y todo lo lleva con un elegante paréntesis de aflición y sonrisa.

Astiberri edita La casa. Nos deja un poso de reflexión mientras viajamos en el tiempo.

 

 

La casa de Paco Roca

 

 

Paco Roca (1969) rinde un homenaje a los recuerdos con su padre y enfrentarán el luto en la propia casa de la familia Martínez Roca que todavía conserva, es donde creó esta obra. En una entrevista para «El PAÍS» resaltaba… Durante toda mi vida he intentado ser diferente, vivir al contrario que el resto, y llegue a la casa, me puse a arreglar el huerto con mis hijas por ahí, y de repente me di cuenta: he acabado siendo igual a mi padre

 

La casa. Paco Roca obtuvo los siguientes premios;

Premio Eisner 2020 a la mejor edición de material internacional

Premio Zona Cómic al mejor cómic nacional de 2016

Estrella 2016 al cómic más destacado del año por el diario Le Parisien

Gran Premio Romics 2017 del salón del cómic de Roma

Premio Romics 2017 al mejor cómic europeo del salón del cómic de Roma

 


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Autor Colaborador

1 pensamiento sobre “La casa. Paco Roca – Reseña Cómic

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