Zaroff de Runberg y Miville-Deschênes- Reseña Cómic

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El conde Zaroff muestra una pasión desmedida por una caza que personifica en un espeluznante juego de supervivencia.

Tras el éxito en cine de la adaptación del relato breve “The Most Dangerous Game” de Richard Connell (1924), El malvado Zaroff (1932), título que significó un antes y después para el género de terror y nacimiento del cine sonoro, vuelve el juego más peligroso. La historia ha inspirado también a Sylvain Runberg (Bélgica-1971) y François Miville-Deschênes (Canadá-1969), autores de Reconquistas, constituyendo un cosmos propio, un coto de caza intransigente y lleno de imaginación. Un álbum que supone todo un acierto, pero por encima de todo pone en relieve una caza frenética y vehemente, batiendo la selva comiquera con una valiente y muy notable propuesta.

Tanto el guionista como el ilustrador crean una galería aventuresca en una versión libre de aires ilustrados. Vagando con la complejidad del personaje, lleno de giros, impulsados por el rápido latido del suspense y sin concesión hasta la última página.

El conde ruso Zaroff, al que le gustaba citar a Marco Aurelio, no envejece a pesar de la espesa y cálida negrura del tiempo transcurrido. Con una historia poblada de grandes personajes, los autores nos llevarán de la mano, o probablemente nos lleve empujados por el miedo, a una muerte casi segura, patente de una naturaleza hostil. Las numerosas pruebas de aptitud son un elemento ineludible en la narrativa. La aventura lo engloba todo, o casi, bajo un clima caluroso obtenemos una brutalidad manifiesta llena de peligros que entremezcla hábilmente, con un subgénero fantástico que logra arrastrarnos a una lectura de fatídico destino.

El proyecto nacido de Sylvain Runberg y François Miville-Deschênes, cuenta con la magia y el recurso del belga y del canadiense, conformando un reto a la altura, un desafío particularmente interesante, sin alejarse de la fuente. A lo largo de esta historia de «supervivencia» la admiración y el espanto nos invita a un viaje sin retorno, hacia una nueva adaptación empapada en lluvia y sudor. Ofreciendo una nueva cara al personaje hasta llegar a enriquecer el mito prestado al noveno arte.

Zaroff se limita de alguna manera, al papel de villano en un duelo vigoroso que sintetiza pasado y presente.

Sylvain Runberg escapa del maniqueísmo inherente con una sencillez arrolladora, con una tradicional confrontación entre héroe y villano, el elegante conde se convierte en presa y víctima. Zaroff no sólo gana en simpatía sino también en profundidad, logrando un clímax tan perverso como claustrofóbico, dándoles caza a prueba de aburrimiento.

Así mismo Miville-Deschênes destaca con un dominio absoluto de la selva virgen, las tres cuartas partes del álbum dibujan una vasta vegetación, tupida y exuberante. Siempre en la ruta correcta en una huida desesperada entre montañas, marismas, barrancos y rápidos, inmerso en una carrera de talentosa estética arraigada en la línea clara. La edición hace suficiente justicia y nos ofrece un bosque selvático que despierta el interés del lector, unas imágenes tan enérgicas que demuestran a la perfección como un clásico puede seguir funcionando.

Zaroff es una apuesta firme de Norma Editorial, un título que sube el listón aventurero. Un cómic de carácter que se presenta sobre un terreno de juego deslumbrante y de cuidadas tonalidades, demostrando un buen equilibrio amazónico. A grandes rasgos estamos en un jungla que domina todos los mecanismos posibles, con todo tipo de trampas que fluyen a la perfección. Para leer y releer.