The Report. Scott Z. Burns – Reseña

Podemos afirmar que Scott Z. Burns, productor, guionista y realizador de The Report, resulta un cineasta afín al género de espionaje y a películas de cierto compromiso crítico.

Es conocido por haber financiado el documental sobre el cambio climático, presentado por Al Gore, Una verdad incómoda y principalmente, redactar libretos para la serie Bourne y para Steven Soderbergh.

En el caso de The Report (título donde se escamotea la palabra «torture«, pronunciada muy contadas veces a lo largo del filme), nos presenta de manera impersonal, un tanto precavida pero bastante concienzuda todo un extenso proceso de investigación. Se lleva a cabo por orden de la senadora Feinstein (impecable, la madura Bening) e incrimina a la CIA, agencia que interrogó a varios islamistas sospechosos tras los atentados del 11-S utilizando métodos brutales e inefectivos como la simulación del ahogamiento.

Driver incorpora al joven, ambicioso investigador que pone contra las cuerdas a la CIA, aún a riesgo de ser él mismo enjuiciado y castigado. Ante las continuas trabas burocráticas que obstaculizan la busqueda y la revelación de la verdad, llega a saltarse lo legal en varias ocasiones. Bien extrayendo del bunker donde lo recluyen para trabajar unos papeles confidenciales e incriminatorios escritos por la CIA o incluso valiéndose de la prensa para defenderse del sutil pero insidioso acoso que ejercen sobre su persona los poderes fácticos.

The Report. Scott Z. Burns abunda en la saturación de datos, en la riqueza objetiva de las pruebas manejadas. En la claustrofóbica tarea subterránea del investigador, quien invierte años en elaborar su «informe de torturas» mientras el resto de su equipo abandona por frustración y hastío. El trabajo casi monacal en la oficina secreta que semeja una gran caja fuerte deviene tan absorbente que el inexpresivo, agazapado Driver termina por implicarse de manera «íntima», pues parece vivir por y para su informe.

The Report puede semejar una mera transcripción de ese informe del título. Mas tras su sopa de datos y sus imágenes asépticas se asoma la turbiedad moral de un duro relato sobre seres humanos que martirizan a otros seres humanos escudándose en la defensa de una población traumatizada por los recientes atentados de Bin Laden. Población ajena a todo aquéllo.