The good doctor – Reseña
Una fuente inagotable de tramas repartidos en capítulos.
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The good doctor. El autismo con bisturí.
David Shore regresa después de “House” centrando su atención en un joven cirujano con espectro autista, preparando el terreno al inestable carácter del Dr. Shaun Murphy, con síndrome de Savant o del sabio; dando esbozos de un género televisivo en si mismo, los médicos, una fuente inagotable de tramas repartidos en 18 capítulos.
El prestigioso hospital de San José St. Bonaventure será el lugar donde se sitúe el peso dramático mezclando la residencia del joven doctor con flashbacks de la infancia del protagonista.
Encuadrándose en el arquetipo de los antihéroes que nos tenían acostumbrados pero con pesos pesados detrás del proyecto, como el actor Daniel Dae Kim (Hawai 5.0); otro de sus productores, que trabajo en el proyecto desde que vio el original coreano del mismo título escrita por Park Jae-bum, confiando en la historia y cargando el protagonismo a Freddie Highmore (Bates Motel).
El resto del elenco de actores y compañeros médicos Richard Schiff interpreta al gerente del hospital; Nicholas González da vida al doctor Neal Melendez, responsable del área de cirugía; Chuku Modu es el doctor Jared Kalu; Irene Keng interpreta Sarah Chen; Beau Garret es Jessica Preston y Hill Harper (CSI: NY) como el doctor Marcus Andrews.
Viviremos la evolución de los médicos centrándonos en la visión desde el punto de vista del médico residente predominantemente.
La evolución de la serie The good doctor se centrará en los médicos dejando bien claro que los pacientes están de paso.
Aaron Glassman, (Richar Schiff) presidente y médico del St Bonaventure. Una figura paternal para el Dr. Shaun avalándolo permanentemente y confiando en sus extraordinarias habilidades frente al resto de sus compañeros. Asegurándose de resolver la técnica quirúrgica frente a la honestidad emocional, provocando una diferencia entre los demás.
Un cerebro privilegiado y un médico brillante, refutando el escepticismo de sus colegas ante el genio de la deducción. Sin ningún tipo de aptitud social cuestionándonos como una persona sin capacidad para relacionarse puede salvar vidas. No sólo hace falta empatía en la Medicina.
El Dr. Murphy tiene una infancia difícil con desórdenes mentales y una sorprendente habilidad mental. Complicado en el trato ira evolucionando a nivel de personaje, consiguiendo episodios excelentes y emotivos. Haciendo los personajes más populares añadiendo momentos dramáticos, incluso a modo de apertura, como el excelente episodio piloto.
Shaun se va acercando al público al partir con desventaja respecto al resto de sus compañeros.
Basando su atractivo en la ejecución con su personaje como hecho diferenciador, aportando a la larga lista de series médicas algo nuevo. Aportando humanidad al personaje. No es cínico y no juzga, ve lo mejor de las personas, una mirada positiva. Aceptando todo tipo de retos con el único objetivo de conseguir mejorar la vida de los pacientes y desafiar el término “normal” del ser humano.
Cerrarán la temporada de The good doctor con una trama extraordinaria cargada de drama y suspense, asistiendo a tantas operaciones como cualquier profesional y con una reacción de Shaun que nos partirá el corazón asegurándonos una segunda temporada, confirmada, con carácter y enorme curiosidad. Dejándonos en la retina intromisiones médicas especialmente interesantes añadiendo esperanza a la medicina televisiva, cargando buena parte del peso del guion en la historia personal que narra.
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