El gabinete del Dr. Caligari – Centenario

0
El gabinete del Dr. Caligari

El gabinete del Dr. Caligari

Josep Ferran Valls

El gabinete del Dr Caligari, han transcurrido 100 años desde que se estrenara en Alemania una película única, adscrita a la vanguardia cinematográfica llamada expresionista contestación al impresionismo artístico. Una obra apasionante que provoca en el ánimo del espectador inquietud y desazón.

El gabinete del Dr. Caligari
El gabinete del Dr. Caligari de Robert Wiene. 26 de febrero de 1920. Con Werner Krauss, Conrad Veidt, Lil Dagover, Friedrich Feher, H. H. von Twardowski.

El gabinete del Dr. Caligari fue rodada durante el período germano de entreguerras, premonitoria del régimen nazi como, en menor medida, El Dr. Mabuse de Fritz Lang, realizador que rehusó dirigirla pero, al parecer, recomendó suavizar sus aristas morales, El gabinete del Dr. Caligari parte de un guión redactado a cuatro manos entre Carl Mayer y Hans Janowitz que versa sobre el abuso de autoridad.

Los guionistas pusieron el grito en el cielo al comprobar como el filme añadía los famosos prólogo y epílogo localizados en el psiquiátrico donde la exégesis favorecedora a Caligari le convierte en médico benefactor y al chico que le acusa en demente. Pero lo cierto es que, lejos de invalidar la carga crítica de Das kabinett der Dr. Caligari, tanto la atmósfera malsana del sanatorio mental como la improbable máscara de respetabilidad con que se cubre el psicoanalista contribuyen con su delirante impronta a prolongar el discurso abominable que expone la entraña de la obra. Lo prueba el hecho de que los decorados allí son tan deformantes como fuera. No transmiten realismo ni la esperanza de curación.
Robert Wiene dio con su obra cumbre al poner en imágenes este poema alucinatorio-paranoico.
Robert Wiene dio con su obra cumbre al poner en imágenes este poema alucinatorio-paranoico.

 

En una barraca de feria, el mesmerista Dr. Caligari (Krauss) -figura del terror asociada tanto a lo nocturno como al inconsciente colectivo- controla al sonámbulo Cesare (Veidt) -quien vive en estado de duermevela, como una especie de enjuto vampiro, monstruo y víctima a la vez- y lo utiliza para corroborar sus predicciones. Caligari vaticina la muerte de un estudiante. Según él, sucederá esa misma madrugada. Luego, hipnotiza y envía a Cesare a matarlo. De ese modo, se crea fama de infalible.
Un compañero del chico asesinado (Feher) investiga a Caligari. Consecuentemente, el doktor envía a Cesare a apuñalar a su novia (Dagover) mientras duerme, pero su mano tiembla ante la belleza y Cesare rapta a la hermosa muchacha.
Mucho se ha hablado sobre la estética angulosa, deformante, de trazo nervioso, obsesivo, que confieren un tono pesadillesco a los planos estáticos de Willy Hameister. Eso se debe a los telones pintados por Walter Rohring, Walter Reimann y Hermann Warm. Y, añado, reforzados por el vestuario a la zaga del propio Reimann. Expresan bien la alienación que pone en solfa el filme y desquician, a su vez, al espectador.
La influencia de esa dirección artística se dejó notar en los años 30 a través de los terrores Universal y más allá de ellos, en la obra de algunos outsiders como Jess Franco. Ver la infravalorada La venganza del Dr. Mabuse. 
Dr. Caligari
Dr. Caligari
Robert Wiene con El gabinete del Dr. Caligari dio con su obra cumbre al poner en imágenes este poema alucinatorio-paranoico.
El influjo de lo expresionista en relación a lo estético lo aplicó con posterioridad a un fruto espureo como Raskolnikoff (1923), donde la gratuidad y el sopor se adueñan de los fotogramas.
Mucho mejor resulta Las manos de Orlac, del 24, alejada de ese impostado esteticismo y que goza de sucesivos remakes.

 

     Septimo & Noveno te recomienda estas Novelas Gráficas;     

         ¡Kota, ven!           

        Manicomio. Una historia real

 


 

Autor Colaborador

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies