Arrebato. Iván Zulueta – Reseña Cine

0
Arrebato

Arrebato

Josep Ferran Valls

Arrebato de Iván Zulueta. La edición remasterizada, para consumo doméstico nos da pié a volver sobre este titulo apasionante que entra en el apartado del cine de culto.

 

"<yoastmark

 

Arrebato de Iván Zulueta. 1979. Con Eusebio Poncela, Cecilia Roth, Will More, Marta Fernández Muro, Carmen Giralt, Helena Fernán Gómez, Antonio Gasset, Max Cadera, Javier Ulacia, Rosa Crespo y Luís Ciges.

Según Roberto Cueto, director del seminario sobre los (ya lejanos) 25 años de Arrebato: «A través de un rico y desprejuiciado mestizaje entre la magra tradición de cine underground hispánico y el más honesto cine de terror se desgrana un texto complejo y riquísimo, abierto a múltiples lecturas, interrogantes y recepciones.»

La idea original de “Arrebato. Iván Zulueta” era un corto que se amplió a largometraje.

Pieza única en el seno de la cinematografía española de su época, como buen film-vampiro -sólo comparable a Cuadecuc-vampir de Pere Portabella en su deseo de sorber, absorber y asimilar el cine como alimento vital para conseguir transitar en duermevela cual ente no-vivo perdido entre fotogramas- , Arrebato sigue manteniendo intacto su poder de sugestión.
"<yoastmark
Fotograma de la película.
El título de Iván Zulueta fue coetaneo de películas que, en el incierto tránsito fílmico entre los años 70 y los 80 del pasado siglo en nuestro territorio, nutrían las salas de proyección con horrores afines al ya decadente filón comercial del ahora llamado fanta-terror (el cine fantástico español que mezclaba el fenómeno del destape con la posibilidad de ofrecer ejemplares terroríficos no gravosos, en busca de rápidas amortizaciones).

La cinta es metacine que revela el desproporcionado amor de Iván Zulueta, por el séptimo arte.

Paralelamente al escaso éxito de taquilla pero positiva (en drogas) acogida crítica, Arrebato fue concebido en paralelo a filmes tan dispares como el psicotrónico Supersonic-man de Piquer Simón o un sugestivo remake de La noche de Walpurgis pergeñado a destiempo, El retorno del hombre-lobo de Jacinto Molina.

Arrebato. Iván Zulueta es la fascinante atemporalidad de una obra maestra.

Sin embargo, aunque esas muestras coyunturales navegan -a favor del viento, la primera, en contra, la segunda- en las aguas procelosas de los cambios profundos que experimentaba la industria cinematográfica, Arrebato de Iván Zulueta recuerda en su obertura a los filmes de Jean Rollin. El francés Rollin había reescrito, por la vía de la sensualidad y el pictoricismo, el mito del vampirismo heredado de la goticista Hammer para efectuar ensayos pop fantástico-surrealistas que en su fondo ofrecían una oportuna reflexión sobre la decadencia del vampirismo clásico; decadencia retratada abruptamente, por cierto, en varios títulos españoles de los 70.

José Sirgado (Poncela), director de cine en Arrebato, ultima el montaje de su última obra, un filme de no-muertos.

La escritura cinematográfica se impone al libreto cuando decide el destino final de la vampira protagonista (Crespo) trasteando en la moviola.
Recordemos como funciona el dispositivo fílmico en su función sociocultural: en la de sala de exhibición oscura, la imagen impresa sobre los fotogramas, representación fantasmática de la realidad, se proyecta sobre el lienzo blanco e introyecta hacia el espectador sumido en un estado de relajación similar al sueño.
Arrebato mezcla lo fílmico con lo psicotrópico
Arrebato mezcla lo fílmico con lo psicotrópico
Pues bien, Arrebato de Iván Zulueta hace de las fimaciones y proyecciones su razón de ser, estableciendo una simbiosis enfermiza entre el cinéfilo-autófago y el objeto de su deseo, la cámara que penetra de forma fálica pero hurta la energía (vale decir el alma) del ser humano a la manera femenina de una lamia o un incubo.

Tiene en su metáfora, la de la vampirizacion entre el hombre y el cine

En casa de Sirgado se instala (yace) sin previa invitación Ana (Roth), entregada como él a los placeres sicalípticos y la cerrazón de un microcosmos que enaltece tanto el ensimismamiento y la drogadicción como un fetichismo cinéfilo-sexual al voltante de Betty Boop, personaje con el cual Ana se amalgama.

Arrebato mezcla lo fílmico con lo psicotrópico en una retroalimentación constante que recurre a la autofagia como imposible salida a su horror vacui.

El personaje de eterno niño, cineasta aficionado con complejo de Peter Pan, Pedro P. (More) vampiro de la imagen y de la droga, aislado en la finca familiar como un Drácula del extrarradio, entabla amistad con el cineasta y su huésped-parásito, Ana-Betty. Sirgado le descubre los placeres del Super 8, introduciendo en su cotidianeidad la estabilidad del trípode y estableciendo con Pedro una extraña relación de interdependencia.
Trasladado en concepto a la ciudad como el Conde Drácula viajaría desde Transilvania a Londres, Pedro se autofilma con fruición, llegando a ser víctima de sí mismo tanto como alimento diario para su cámara.

Con el descubrimiento del «arrebato», un fotograma en negro que surge al revelar cada cinta corta, empieza el obsesionante, adictivo y progresivo rodaje de un suicidio, la paradójica vampirización del no-muerto.

 

El espacio en negro de cada nuevo auto-corto es cada vez más amplio, abarca mayor número de fotogramas. El arrebato va dominando las películas a la vez que la lente de la cámara autónoma absorbe el espíritu de Pedro.
Como hacía la cámara homicida de la voyeurista El fotógrafo del pánico (Peeping Tom), impresionando el momento de la muerte de sus víctimas, la de Pedro va exprimiendo su vida mientras filma con sádica delectación el cuerpo delgado que mengua sin cesar.

Te recomendamos;

Jean-Pierre Melville de Carlos Aguilar – Reseña

Día de lluvia en Nueva York de Woody Allen – Reseña

La bestia humana. Jean Renoir – Reseña

¡Kota, ven!


 

Autor Colaborador

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies