Alliances Un juego de luz. Stan Lee – Reseña

Por lo que se deduce de su Apéndice, Alliances. Un juego de luz. Stan Lee supone, ante todo, un esfuerzo colectivo. Luke Lieberman (escritor y cineasta ligado a «The Man» Lee) y Ryan Silbert (cineasta, escritor y productor), tras sucesivas reuniones con Lee, quien ya tenía compuestos –a grandes trazos– el núcleo genérico y protagónico del así denominado Universo Alliances, fueron extendiendo las líneas generales del mismo para establecer la narratividad del audiolibro que se transformaría en la primera novela Alliances. Ahí suponemos que interviene la escritora, experta en cultura pop, Kat Rosenfield, finalista del Edgar Award por «Amelia Anne is Dead and Gone» (2012) e «Inland» (2014); aunque el reparto de responsabilidades, llegados a este punto, se muestra difuso, el acabado del libro no lo es en absoluto.

Se han querido subrayar sus coincidencias con Ready Player One de Ernest Cline (citada en la propia novela más objeto de una horrible adaptación cinematográfica), pero el tejido de ambas ficciones -que fantasea sobre las posibilidades de los medios virtuales- sólo denota complementariedad; pues los paralelismos que puedan rastrearse entre ellas se deben más a su adaptación a las necesidades temáticas de la presente época que a un voluntario mimetismo argumental; excluido de la escritura, por otra parte, a poco que se analicen ambas con detenimiento.

«Nuestro relato está lleno de tentadoras tecnologías que te harán desear que llegue el mañana, mientras que nuestros protagonistas luchan por encontrar respuestas hoy. Se harán las mismas preguntas que nos hacemos todos sobre el amor, la amistad, la aceptación y la búsqueda de algo que vaya más allá del día a día.»

La trama se centra, principalmente, en el buen o mal uso que puede hacerse de la web. En este caso, la historia se abre con simples aficionados a las redes sociales y nauseabundos influencer. Pero, paralelamente a la transformación del joven Cameron en un supernavegante del universo virtual; habilidad que comparte con su chica, la enigmática Mia, el libro abunda en conflictos paternofiliales: la relación de Cameron con su madre, matizada por el abandono del padre (diseñador informático) a temprana edad, sufre la intromisión de injerencias externas como consecuencia de su nueva personalidad -entre ellas, una especie de SHIELD para delitos en redes sociales llamada OPTIC– ; Mia, en cambio, padece la sobreprotección de su progenitor, El Inventor, quien recela de sus habilidades, limitando sus movimientos. La pareja establece una relación afectiva -punto fuerte del libro- marcada por los espacios figurativos pero sin excluir el uso de formas holográficas.

También se manifiesta la amenaza, en principio, externa, pero resuelta a medio camino entre la virtualidad y la fisicidad: Xal, criatura alienígena capaz de «robar cuerpos«, terminará vehiculando el poder de Mia para tejer una red de control mental. Todo ello bajo la molesta sombra inquisidora que proyecta OPTIC.

Bien narrada, con fluidez en la prosa, sin precipitar los acontecimientos, Stan Lee Alliances. Un juego de luz camina hacia el previsible final abierto donde los tres amigos, Cameron, Mia y Juanquo (a quien Mia otorga facultad sanadora) deberan unir fuerzas con tal de rechazar futuras e inminentes invasiones.

Pese al fallecimiento de Stan Lee y teniendo en cuenta la naturaleza participativa del Universo Alliances, es de suponer que no se haga esperar la segunda novela.