Isabel Novoa

Iniciada hace más de treinta años y aún inconclusa, Jeremiah surgió tras la lectura y el poso descansado de Revage de René Barjavel, una novela de ciencia-ficción con ambientación nuclear postapocalíptica.

 

Álbum tras álbum, Jeremiah, ha marcado a toda una generación de lectores. Profundizar en esta maravillosa obra de Hermann implica transitar a través de ficciones sólidamente estructuradas dentro de un microcosmos lleno de oscuridad y desesperación. De desilusiones e indignación. En un mundo hostil y caótico, donde de manera casual, Jeremiah y Kurdy Malloy se encontrarán vagando por tierras baldías, en busca de una justicia que, no existe, en ningún lugar. Dos hombres sin filtros, sacudidos por el curso de los acontecimientos, sobreviven al caos.

 

El planeta de Jeremiah es como el aliento de una bomba bajo una violenta guerra racial. Hablamos de un mundo entre el bien y el mal, una involución de siglos que pivotan, secuencia a secuencia entre el terror, western y ciencia-ficción, difícil de determinar y capaz de arrastrarnos sin pestañear a un mar de aventuras inimaginables. Bajo un patrón de supervivencia, como si hubiera una especie de lazo que unieran unas hebras ocultas, se adoptará la forma en los primeros capítulos de la obra…

 

Tejiendo historias bajo la perpetua expresión de angustia humana, el absurdo de nuestra condición, el horror del ser humano, el sinsentido de personajes pervertidos, sátiros e incluso pedófilos como salvadores, con situaciones a menudo exageradas. Personajes marginados como razón obvia para producir esta obra, ese es el secreto donde anuda la narración.

 

El planeta de Jeremiah es como el aliento de una bomba bajo una violenta guerra racial.

 

El historietista Herman Huppen (1938), nace en Bévercé, un pequeño pueblo belga de la region de Fagnes. Una infancia en guerra y una adolescencia marcada por el deseo de sobrevivir lo forjaran en el trabajo y el esfuerzo. Asistirá a clases nocturnas de dibujo en arquitectura e interiorismo y se unirá a una firma de arquitectura especializada en diseño de interiores de restaurantes. Parecía que no estaba destinado al cómics.

 

Su matrimonio en 1964 con Adeline Vandooren lo acerca al noveno arte de la mano de su cuñado, Philippe Vandooren, futuro director de Dupuis, trabajando a tiempo parcial para un arquitecto y dibujando por tarde.

 

La nación desmembrada de Jeremiah.

De la mano de Greg, estará a prueba seis meses en el estudio del maestro, desplegando su innegable talento, aprendiendo a dotar los personajes de profundidad, y definiendo un estilo gráfico muy personal, lleno de expresividad. Colaborando con Bernard Prince (1966), y el Comanche (1969). Hermann siente la necesidad de crear una serie propia. E inicia Jeremiah, (1979) una ficción postapocalíptica con violencia amoral, con un editor alemán, Koralle Verlag, en la francesa Métal Hurlant y, la belga Spirou,  abandonando  Bernard Prince, e inspirado mas tarde en Las Torres de Bois Maury (1984), drama medieval y acertada recreación histórica.  El lápiz de Hermann no dejo de producir grandes obras explorando nuevas vías y utilizando técnicas innovadoras. En la actualidad, y a dúo con su hijo, está trabajando en el segundo tomo de la serie Duke.

 

Evolución del dibujo de Hermann.
Evolución del dibujo de Hermann.


Esta saga futurista se desarrolla en una América del Norte, dividida en tres regiones raciales. Los indios viven en suelo desértico, separado por una frontera natural infranqueable. Los negros, en una pequeña zona limitada, añadiendo, que uno de los clanes intenta ampliarla utilizando el terror. Y los blancos, son parcialmente, los dueños del pais. Las comunidades están siempre aisladas, sin vínculos entre ellas. Con un comercio modesto y pequeño dirigido por un líder que abusa de su poder a través de un juego de equilibrio.

 

En la estética destacan el exceso y megalomanía de los líderes. Llegando a alcanzar un máximo de crueldad. En un universo de hombres, la mujer se utiliza como desahogo. Para molestar, incluso muchas veces la acción tiene lugar en urinarios. Matarán con todas las armas posibles, con cuchillos, sierras de disco, martillos…en este mundo, la vida no merece la pena.

Cabe reseñar el contraste entre las construcciones urbanas –o lo que queda de ellas– y la naturaleza salvaje. Visitaremos rascacielos, laboratorios, caseríos fortificados, naves industriales abandonadas…y una naturaleza, totalmente desolada. Desiertos de interminables dunas. Pantanos y bosques amenazantes. Causando un grupo heterogéneo poco tranquilizador y cada vez dando más espacio y poder al color gestado por Fraymond. Concretando un proceso laberíntico a lo largo y ancho de las tres regiones y miles de kilómetros. Las viñetas resultan colaborativas con todo su potencial,  y haciendo gala de una densidad donde en realidad, sólo la violencia y el dinero reinan en un territorio destruido.

 

 

Los personajes principales se muestran opuestos, están dispuestos a casi todo salvo entenderse.

 

Hermann se embarcará con sus personajes centrales en epopeya creativa. Jeremiah en sus primeros tomos, se ajusta al arquetipo de héroe tradicional heredado de Tintin.  Un protagonista que cree en la justicia y el honor, un ser sensible que acudirá al auxilio de los necesitados. Kurdy, por el contrario, ya insensibilizado a la violencia, elegirá matar, matar de manera indiscriminada.

 

 

La serie Jeremiah nos revelará a Hermann como un autor completo.

 

Siempre que miro un álbum de Hermann, pienso: «¡Esto es una película!»

Roman Polanski (Paris, 1982)

 

 

Hasta el momento –Mayo de 2019-, la editorial Planeta Comic ha editado en castellano los tres primero integrales de Jeremiah. (2011). Y si bien no vamos a profundizar los fallos de traducción del –el primer tomo, está plagado de erratas– y la coedición que compromete a la editorial con el formato elegido, damos por imprescindible la edición de este clásico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Planeta cómic reedita en enero del 2018 el primer integral de la serie Jeremiah de Hermann publicado en 2011. Todo un referente del cómic europeo. Mantiene el nivel establecido, y laurea, con una riqueza de detalles,  la propia ley de supervivencia, siguiendo como de costumbre disfrutando del gran hongo atómico.


 

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Autor Colaborador

2 pensamientos sobre “Jeremiah integrales- Hermann – Reseña

  1. Hola,
    Compré la reedición de planeta de Comanche y está muy buena !! Se que la de Jeremiah no tiene un tamaño grande pero me preocupa lo que mencionas de los errores en la edición, ¿De que tipo son?¿En la nueva edición se mantienen? De verdad que le tengo muchas ganas a esta serie pero si la edición no es buena, entonces mejor no la compro…

  2. Hola Martín, los errores no comprometen en ningún momento la calidad de su lectura, son ortográficos y de traducción, que añado al pobre tamaño del tomo. Pero la calidad de la obra te suplica que saltes esas pequeñeces y apures un sitio en tu biblioteca de cómics, como imprescindible del noveno arte.

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