Me considero ante todo cinéfago, me gusta el cine y las series de tv en todas sus variedades. Desde la película de autor más desconocida, un buen clásico o un blockbuster bien armado. Lo que tengo claro es que sólo hay dos tipos de películas, las buenas y las malas.
Ricardo Fariña
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Crónica del D’A Film Festival Barcelona

Vivimos momentos muy particulares en los que la concentración y la capacidad para ver una película o leer un libro resulta complicada ante la incertidumbre actual. Y en cambio con las películas que os voy a comentar a continuación me sucedió lo contrario, acabé hipnotizado en muchos casos, en otros no tanto. Crónica del D’A Film Festival Barcelona.

 

 

Así el festival de cine de autor, el “D´A Film Festival de Barcelona” se celebró este año por streaming, dada su cancelación presencial, a través de la plataforma Filmin; llegándose a programar más de 50 películas y casi 20 cortometrajes, desde el 30 de Abril al 10 de Mayo. En mi caso solo voy a comentar aquellas que he podido ver, dado el tiempo limitado para poder visualizarlas.

 

La Reina de los Lagartos

La selección de películas era muy variada y el primer día, el viernes 1 de mayo, arriesgué con una de las propuestas más transgresoras, La reina de los lagartos. La película está dirigida por el dúo Burnin Percebes, donde se esconden los españoles, Nando Martínez y Juan González, que nos presentan en su primer plano a una especie de Virgen subida a un trono, con un fondo musical que recuerda a la Semana Santa. Después la película salta a hablar de la cotidianidad de una pareja con una niña. A lo largo de la película el personaje de Javier Botet nos revelará que él es “El rey de los lagartos” y que ha venido a la tierra para engendrar un hijo. Resumiendo, es una apuesta que no logra convencer, a pesar de su transgresión formal al ser rodada en 5mm y presentar un aspecto a película de los años 70 en formato casero.

Luego probé suerte con Roubaix une lumiere, cine negro con una factura visual impecable.

 

Roubaix-Drama. Thriller.

Se trata de una película francesa, dirigida por Arnaud Desplechin y provista de un duelo actoral entre Lea Seydoux y Roschdy Zem. A través de una serie de investigaciones y de un juego de espejos, confluyen los interrogatorios que nos irán narrando los distintos sucesos. La película, que cuenta con un buen ritmo, logrando mantener su tempo y no precipitarse, me recordó a alguna obra francesa similar, “El caso SK1”. Además ambas basadas en hechos reales.

 

A la hora de la cena me puse algo más ligero y que partía como una de las grandes bazas del festival, la comedia francesa Habitacion 212 de Christophe Honore.

 

Con una Chiara Mastroiani en plena madurez que nos regala un papel donde ella se siente libre de dar amor a quien lo necesite en todas sus formas, la película es divertida y pasas un buen rato pero quizás queda algo lejos de otras similares, donde la crisis de pareja y la infidelidad son las grandes protagonistas. Destacan también en el reparto Vincent Lacoste y Benjamin Biolay, cuyo papel es muy especial y es, precisamente, donde radica la magia de la película.

 

Christophe Honoré ha presentado ya cinco películas en el festival de Cannes.

 

Acabé el día con la cuarta película de la jornada: Saturday Fiction, dirigida por Lou Ye y preseleccionada en Sección Oficial del Festival de Venecia. Se trata de una cinta con todos los elementos para triunfar: Gong Li -musa de Zhang Yimou-, espionaje en la II Guerra Mundial, Pearl Harbor, metacine y un precioso blanco y negro. En la película, Gong Li interpreta a una estrella de cine que viaja a Shangai para representar una obra de teatro dirigida por su ex-amante. La estructura presenta varios arcos temporales en los que viajas de una escena a otra, complicando el seguimiento de la trama. A veces siento que no tengo muy claro dónde se encuentra cada personaje y eso me impide disfrutar de la gran fuerza visual de su fotografía y de sus atmósferas. Podría haber sido maravillosa pero no lo logra. Una de las grandes decepciones del festival.

 

Vamos a por el segundo día del Crónica del D’A Film Festival Barcelona.

 

Sábado 2 de mayo, nos vamos nada menos que a Ucrania, un país cuanto menos desconocido en su cine, y que gracias a este mismo director dio un salto al frente con “The tribe”, película rodada íntegramente en lenguaje de signos. Aquí nos regala quizás una de las perlas del Festival, Atlantis. La película se desarrolla en un futuro distopico después de una guerra con Rusia. La premisa es la de un colectivo, “Los tulipanes negros”, que se dedica a rescatar los cuerpos de los muertos en dicha guerra, los cuales son enterrados sin ningún tipo de garantía. La sensación de desolación y dolor de los personajes durante toda la película es constante.

 

Después de suceder algo tan innecesario como una guerra, con perspectivas económicas muy limitadas, nuestro protagonista, el ex soldado Sergiyi, intentará adaptarse a la nueva situación. La película tiene un tempo muy tranquilo con planos largos y lejanos en los que va desarrollándose la acción, como cuando se ducha en una excavadora, en un espacio pedregoso y seco. El momento final en la furgoneta es el encuentro entre dos personajes a la deriva, a los que les unen las dificultades. Interesante propuesta entre 1984 de Orwell y la memoria histórica.

Para cerrar este sábado de D’A Film Festival Barcelona…

 

Viajamos a EEUU con Adam una película que trata la diversidad sexual, parejas del mismo sexo, personas transgénero, vamos clases intensivas de tolerancia y de conocimiento de una realidad en muchos casos despreciada por algunos colectivos. La aventura de nuestro personaje, Adam, comienza cuando viaja a Nueva York a junto de su hermana, la cual vive su identidad sexual oculta de sus padres, (este personaje es interpretado por la siempre luminosa Margaret Qually de The Leftovers o Érase una vez en América). En ese momento Adam, que todavía sigue en el instituto, descubre todo un universo antes sus ojos, en el que las fiestas y la libertad son las verdaderas protagonistas. Se trata de una película fresca y divertida que animo a ver a adolescentes y a sus padres.

El domingo 3 de mayo pude disfrutar de la última película de Jessica Hausner.

 

Un cineasta que descubrí hace unos años gracias a el Cineclube Pontevedra, con la película “Amour Foutoda una rareza, con unos diálogos y situaciones hilarantes que a veces rozaban cierto punto de vergüenza ajena. En este caso llegaba al “D’a Film Festival de Barcelona” el estreno exclusivo de Little Joe con Emily Beecham y Ben Whishaw, interpretando a unos bioquímicos que trabajan en un laboratorio con la idea de crear plantas que tengan efectos sanadores como si fuesen antidepresivos. Cuando Alice (Emily Beecham) se lleva una de esas plantas a su casa, la relación que establece con su hijo dará lugar a una serie de comportamientos por parte de él que nos recordará a niños tan famosos como “El otro” de Robert Mulligan o “Damien, La Profecia” de Richard Donner.

 

Mientras, una de las compañeras del laboratorio empezará a sospechar de dichas plantas al ver cómo su perro sufre cambios después de entrar en la sala invernadero de forma accidental. Todo ello con una cuidada puesta en escena en cada plano, donde los colores verdes y rojos priman sobre el resto. Es una buena película y merece la pena verla, pero creo que le falta algo para lograr la excelencia.

Crónica del D’A Film Festival Barcelona presentó títulos relevantes y reveladores que, pese a no destacar en primera línea, crearon un universo arriesgado y retador.

 

La tarde del lunes 4 de mayo, la empecé con Nomad: in the footsteps of Bruce Chatwin, documental dirigido por el mismísimo Werner Herzog que cuenta los pasos de los viajes llevados a cabo por su amigo y escritor Bruce Chatwin desde la Patagonia a Australia. A lo largo del documental vamos viendo los diferentes paisajes y cómo habían sido las vivencias de Bruce con las diferentes tribus en esos lugares tan alejados de la civilización, así como entrevistas a su mujer o algunos de sus colaboradores.

 

En el documental Herzog narra también cómo fueron los últimos días de Chatwin, enfermo de sida, durante el rodaje de “Cobra Verde” que adapta su novela, con un Klaus Kinski más desatado que nunca. Merece la pena por conocer la figura de Chatwin y ver cómo Herzog, a pesar de ser quien es, en muchos casos adopta un segundo plano, realizando el mismo las entrevistas pero oculto en el plano, su único interés es hacer el homenaje que su amigo merece. Todavía sigue disponible en Filmin, después del festival ha quedado dentro del catálogo.

Continuo con D’a Film Festival de Barcelona…

 

Violeta no coge el ascensor

 

A la hora de la cena me animé con una propuesta española Violeta no coge el ascensor, una cinta fresca y divertida dirigida por Mamen Díaz, la cual tiene un protagonismo muy especial, influenciada por la Nouvelle Vague, siendo dedicada a una de sus mayores representantes, la gran Agnes Vardá. El caso es que la película protagonizada por Violeta Rodríguez es un retrato de la juventud y de sus dudas en el amor así como en la vida. Digamos que jugando al juego de la margarita vamos viendo como Violeta va cambiando de parecer, sin tener muy claro su propio rumbo. Es una película muy pequeñita pero que gracias a sus diálogos y un punto loco de enfoque narrativo que no desvelaré, se convierte en algo más que una comedia. Muy recomendable.

Descubrí joyas que emergieron de la magnífica selección del D’A Film Festival Barcelona.

 

Jesus Shows you the way to the highway

 

Para acabar la jornada y pasando de medianoche sigo con cine español, en este caso la propuesta más bizarra y extraña que he podido ver en el festival, pero bendita locura, Jesus Shows you the way to the highway. Dirigida por Miguel Llanso, estamos ante la película más extraña que pude ver en el festival.

 

Imaginaros mezclar el mundo Matrix con realidad virtual, avatares con la cara de Richard Pryor; y todo con un ritmo endiablado donde a cada secuencia se produce algo más. Eso sí, a pesar de tener ciertas carencias el aspecto visual está muy cuidado en cada plano y sabe jugar su papel como película gamberra y trash de serie b, sin caer en la mediocridad, como lo hacen a veces ciertas películas de bajo presupuesto. En este caso merece la pena, siempre con mente abierta, puro cine low cost pero con las ideas muy claras. Rodada entre Etiopía y Estonia y coproducción además con España, Letonia y Rumanía. Todo un disfrute.

 

 

 

La tarde del martes 5, empecé con una de las películas más emocionantes y más queridas por el público, o por lo menos dentro de los círculos en los que me he movido mientras disfruté del festival. Estamos hablando de la cinta mexicana Los Lobos, película que nos recuerda a “The Florida Project”.

 

Protagonizada por unos niños que viven en un Motel y que buscan a través de su imaginación una válvula de escape ante una realidad muy dura, con un trasfondo sobre la emigración y sus consecuencias. Me emocionó más que la cinta de Sean Baker. Los niños son hermanos en la vida real, lo que hace que desplieguen una química única delante de la pantalla. La secuencia más significativa se desarrolla en un gran almacén, cuando vemos una bandera de EEUU de unas dimensiones épicas y la pequeña figura de nuestra anegada protagonista pasando a su lado, dejando claro muchas cosas. De lo mejor de este D’A Film Festival.

 

A continuación, prolongando la tarde en el Festival Barcelona, le tocó el turno a la italiana Nevia, dirigida por Nunzia De Stefano.

 

La cinta narra las dificultades de una adolescente, interpretada por Virginia Apicella, que convive con su abuela proxeneta, un narcotraficante que busca en ella algo más que un beso y su hermana pequeña, a la que lleva en un carro de un lado a otro. Su sueño es salir de este entorno y el circo instalado en las cercanías de su barrio parece ser la mejor opción. Nuestra protagonista podría estar entre la Giulietta Masina de “La Strada” y Jennifer Lawrence en “Winter’s Bone”, pero también nos recuerda a “A ciambra” de Jonas Carpignano. Todos estos personajes, al igual que Nevia, luchan día a día por superar las dificultades. Merece la pena.

 

Y para cerrar el día una de las propuestas más fascinantes, Dwelling in the funch mountains.

 

Esta producción china supone el debut en la dirección de Gu Xiaogang, quién nos cuenta la vida de una familia de clase media a lo largo de sus 150 minutos. El relato se construye desde el momento en el que la matriarca enferma y sus cuatro hijos empiezan a tener dificultades para hacerse cargo de ella. Por un lado está el hermano mayor, empresario de un restaurante, y quién se cree superior a los demás. Luego está el golfo estafador de buen corazón que cuida como puede de su hijo con síndrome de Down.

 

En tercer lugar está el pescador que curra como un cabrón y por último el hermano pequeño que sigue soltero y no sabe qué hacer con su vida. La película irá dibujando un retrato familiar con las esposas de dos de ellos, sus hijos limitados en sus pasos para vivir su propia vida, donde el clasismo económico y el machismo los marcará a cada paso y la propia madre que entre la oscuridad y la lucidez a ratos nos dará secuencias memorables. Una de las escenas más destacadas sucede en un lago durante un paseo, donde vamos escuchando una conversación un buen rato y la cámara se mueve a gran distancia, generando una intimidad cotidiana entre la pareja difícil de ver en el cine. De lo mejor que he podido ver en este certamen.

 

Otra joya de este festival.

 

Vamos a por el Miércoles, empezamos en Islandia con Un blanco, blanco día dirigida por Hylnur Palmason. Se trata de un thriller familiar notable que comienza en su primera secuencia con el accidente de un coche; y luego vamos viendo diferentes planos de una casa como transcurren las estaciones. La trama girará entorno a un policía retirado que ha perdido a su esposa y cuya nieta parece ser lo único que logra mantenerlo cuerdo. Pero ante las sospechas de que su mujer le era infiel, su tranquilidad se irá perturbando. Combina momentos de puro terror y otros de auténtica poesía visual, como el que refleja la propio cartel de la película.

 

Detalle curioso, candidata por Islandia a ser nominada a Mejor película internacional en los Oscar 2020.

 

Empezamos la noche con Las buenas intenciones (2019) de Ana García Blaya.

 

Estamos a principios de los 90 en Buenos Aires. Nuestro protagonista es Gustavo, padre divorciado y despreocupado que vive al día, sin un futuro para sus tres hijos, pensando en vivir la vida como si tuviese 20 años. Mientras, su hija mayor es consciente de todo lo que pasa y se hace cargo de sus hermanos pequeños como puede. Y de fondo escuchamos temazos del rock argentino.

 

La película es un homenaje de la directora a su infancia familiar, en la que el eje es su padre, y va mezclando vídeos caseros propios de aquellos años con otros rodados ahora con los actores protagonistas. Entre la nostalgia y el retrato de un momento concreto, vamos a tiendas de discos y comidas playeras en familia a ritmo de guitarra. En ese sentido la película se disfruta mucho, y más si viviste costumbres de esa época. Como dato curioso destacar que las dos niñas de la película son hermanas en la vida real y son hijas a su vez del actor que interpreta a su padrastro, cosas del cine. Si queréis pasar un buen rato, no os la perdáis.

 

Cruzando la medianoche echamos un vistazo al documental español La educación sentimental, rodado durante 6 años. A través de los ojos de su director y protagonista, Jorge Juárez, nos habla de la crisis económica, la esperanza en los nuevos partidos políticos, las relaciones a distancia y la memoria de nuestros abuelos. Tiene cierto interés generacional de un momento bastante cercano que debido a los acontecimientos vividos estos últimos años, parece más lejano.

 

 

Nos situamos en un pequeño pueblo en las montañas de Lesoto, un país geográficamente enclavado dentro de Sudáfrica.

 

Y el jueves llegó la sorpresa, la tapada, esa película de la que no esperas nada y después de verla la sensación de emoción y de que has visto una obra maestra es incuestionable. Hablamos de This is not a burial, this is a resurrection de Lesotho dirigida por Lemohang Jeremiah Mosese. La protagonista de la cinta es una viuda de 80 años que solo desea ser enterrada en el pueblo donde nació y vivió, un pueblo en el que las empresas de Sudáfrica han puesto el ojo para inundarlo y así construir una presa.

 

 

En el intento de estas empresas por echar a los habitantes del pueblo, ella se revela. Hay un momento en el que la mujer se acerca al pueblo para hablar con el ministro; y, la funcionaria de turno le dice que cubra los papeles correspondientes. Ante tal petición la cara de ella es de puro estupor y de no entender nada, recordando a una escena similar de la magnífica “Vivir” de Akira Kurosawa, en la que la burocracia arrasa con las personas sin tenerlas en cuenta. Apuntaros este título y si tenéis ocasión de verla donde sea, no os la perdáis, los planos son de una fuerza y belleza visual imponente. Gracias en parte a la mirada desafiante y limpia de su protagonista. Sin duda mi favorita de todas las películas que he podido ver.

 

Del director japonés Kiyoshi Kurosawa.

 

Para cenar viajamos a Uzbekistán, donde se desarrolla la producción japonesa To the end of the earth dirigida por Kiyoshi Kurosawa. La película narra las vivencias de un equipo de televisión que se encuentra rodando allí un programa de viajes. Durante la grabación la reportera vivirá situaciones que harán que se cuestione si esa es su verdadera vocación; sintiendo la soledad y las dificultades de un país como Uzbekistan. Allí todo el mundo la observa a cada paso, generando una sensación de impotencia que la llevará al límite. A lo que se suma que tendrá grandes dificultades para comunicarse con su novio bombero.

 

Muy estimable cinta, siendo el trabajo de su protagonista y también cantante, Atsuko Maeda, más que notable, especialmente en una secuencia que transcurre en una comisaría.

 

Y descubrimoslas ansias de libertad.

 

Acabamos el día con Ivana la terrible de Rumanía, con la dirección, guión y protagonismo de Ivanna Mladevonic. Podríamos decir que es una comedia costumbrista. La directora invita a su familia y amigos a ser ellos mismos y a hacer un retrato personal con toques de ficción. Destaca el protagonismo de su padre y de su abuela, con algunos momentos que recuerdan a Berlanga o Fellini; donde la discusión y el enredo forman parte de la misma. La cinta fue premiada en el prestigioso festival de Locarno.

 

Ivana la terrible está dedicada a la cantante Anca Pop, que falleció durante el rodaje en un accidente de coche.

 

 

Y llegamos al viernes, en este caso regresamos a Argentina con un drama dirigido por Paula Hernández Los sonámbulos. Un verano más todos se reencuentran en la casa familiar con sus parejas e hijos y la abuela. La película en un primer momento recuerda a “La ciénaga” de Lucrecia Martel en ese reencuentro y sus problemas personales. Luego el drama y los suceso más terribles nos recordarán a “Festen (Celebración)” de Thomas Vinterberg. Todo un tour de force con dos actrices que se entregan hasta el final; Erica Rivas como la madre y Ornella D’elia en el papel de su hija. Puro drama.

En segunda sesión y buscando algo más ligero me acerco hasta Noruega, con Disco.

 

Disco quizás sea de las propuestas más flojas del “D’a Film Festival de Barcelona”, ya que siendo ambiciosa en lo que plantea no arriesga. Se trata del retrato de una joven criada en la fe evangélica y que es considerada modelo para otros jóvenes. La presión que ejerce su familia sobre ella la colapsa, e intenta buscar respuestas en otras creencias. Todo ello salpicado con certámenes de baile y música pop, mezclando la modernidad con la fe. La película me dejó frío.

 

Y llegamos al sábado…

 

Y llegamos al Sábado con tres propuestas de diferentes estilos. Empezamos en Argelia con Abou leila, película que tenía elementos muy interesantes pero que se pierde en el viaje. Recuerda en algo a “Mimosas” de Oliver Laxe; pero en este caso la confusión y una narración entre la realidad y la ficción mal llevada no cuajan. En lo técnico y visual la película es impecable, con algunos planos más que logrados.

 

Ahora le toca el turno al documental español My mexican Bretzel, dirigida por Nuria Giménez Lorang. Trata sobre unas cintas familiares y las cartas encontradas de Vivian y León Barrett durante los años 40 y 60 del siglo pasado. La película ha fascinado a gran parte de la crítica y del público, sin embargo, yo no logré entrar. Si tenéis curiosidad investigar sobre ella, puede que logréis disfrutarla.

 


 

A Stormy Night

Y casi ya para finalizar, la película que clausuraba el festival y que solo podía verse durante unas horas, A Stormy Night. Una producción española dirigida por David Moragas. Protagonizada por él mismo, con un rodaje en Nueva York de apenas 11 días y algunas secuencias grabadas en España. Película que navega entre el cine de Woody Allen y Xavier Dolan; con diálogos poco creíbles a veces y que intentan forzar situaciones sin establecer antes premisas más reales. Tiene elementos como el diálogo entre dos culturas, el blanco y negro; la ciudad de Nueva York y una casa muy cinematográfica que, como escenario, ayuda a situar a nuestros protagonistas. Pero siendo una propuesta muy estimable, le falta algo de verdad. Aun así recomiendo seguir a este director, creo que tiene costuras y ganas de hacer algo diferente.

Y ya para acabar, el domingo en el Festival Barcelona vi algunos de los cortometrajes como Lost in LA.

 

Cuando acabe el verano y especialmente destacar Panteres y Carne. Todos son propuestas de creadores españoles y con ideas muy buenas, que hablan muy bien de nuestro talento.

 

Resumiendo, me lo he pasado genial viendo todo este cine y viajando a otros países para conocer otras realidades. Gracias a FILMIN que ha apostado por este festival y ha logrado cifras de récord, con más de 220.000 visualizaciones. Algo inédito para este tipo cine. Si os preguntáis donde poder verlas, todas han dejado de estar en el catálogo de FILMIN a excepción de la cinta de Werner Herzog. Muchas quizás se estrenen en pequeñas salas de cine, otras en algunos festivales y, si hay suerte, dentro de un tiempo podrán volver a FILMIN; pero nada es seguro porque muchas de ellas iban a empezar su pequeña carrera comercial hasta que llegó el Covid19.

 

Mi recomendación es que os las apuntéis y sigáis a sus creadores, algunos disponen de varias películas que si están disponibles en FILMIN.

 


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