Los Zapatos Rojos de Gerard Cousseau y Damien Cuvillier retratan una segunda guerra mundial donde la belleza es posible entre el dolor. Donde la amistad y la humanidad triunfan sobre la barbarie absoluta, en una fábula llena de humanidad.
Este álbum nos muestra una historia emotiva bajo el argumento de un color, el rojo. Imperceptiblemente nos sumergimos en una narración ambientadas en un conflicto mundial, con diálogos e imágenes aterradoras. Densas y tan opresivas como injustas. Impregnando, inevitablemente, al lector que se acerque a Los Zapatos Rojos, de emoción y tristeza. Un álbum que huye del sentimentalismo fácil y opta por mostrar un retrato humano, realista y sin cortapisas para el dolor. Una obra llena de color para retratar el periodo mas oscuro de la Europa del ultimo siglo. Hoy seguimos los pasos de Los Zapatos Rojos.
Los zapatos rojos, nos ofrece un testimonio inspirado en hechos reales. Aunque la universalidad de la propuesta, a buen seguro, representa a cientos de historias similares de la segunda guerra mundial. La amistad de un bretón y un ruso anti-bolchevique en el exilio. No es necesario mencionar además, la importancia de la amistad en la vida de cualquier persona. Pero en un contexto bélico, la amistad es un bien, si cabe, aun mas preciado y escaso. Jules es un joven que lucha por sobrevivir en la naturaleza y George un amante del conocimiento, erudito y apasionado de la filosofía humana. Nuestros personajes construirán un arco de complicidad prestada, basada en el intercambio de talentos en circunstancias difíciles.
Estructuralmente la obra está dividida en dos partes. Nos describen un relato cautivador al servicio del honor, el valor moral y la amistad, en la que por más razón que tenga un bando, siempre cae en la barbarie.
El régimen autoritario revelará la persecución atravesando las viñetas en la medida que avancemos las páginas. El 5 de junio de 1944, la aparición de la gestapo y la milicia, añadiendo un personaje enemigo al que odiar, y fanatizado en el exterminio… Los Zapatos Rojos deGerard Cousseau y Damien Cuvillier Reseña, añade los momentos más desagradables, advertimos una creciente incomodidad cargada de castigo y supervivencia pero sin excluir la inocencia o bondad positiva de los héroes.
Resulta apasionante por la profunda autenticidad de los recuerdos.
Gerard Cousseau, (1953), también conocido como, Gegé, Gégé o Ferru. Lleva el inicio la historia bajo los rumores de un desembarco en Saint Nicolas de Pelem. Un pequeño pueblo de Bretaña. Abordando los horrores de la guerra-como tributo a su suegro, identificado en el personaje central de esta historia-, Jules-. Apoyándose en las huellas de la fibra humana como punto de partida. Independientemente de las decisiones políticas o sociales, con un personaje carismático, sin restricciones. Despertando al lector más interés que la propia pesadez de una crónica de guerra. Cousseau sabe que todas las guerras son la misma, cambiando los colores y las épocas.
Las coincidencias no existen, solo hay caminos que nuestro inconsciente quiere que se crucen …
Cita de George, uno de los personajes principales de Los Zapatos Rojos.
Nuestros protagonistas construirán un arco de complicidad prestado bajo la rebelión silenciosa de un régimen autoritario, construyendo personajes memorables en cada una de las páginas. Tomando decisiones que cambiaran para siempre sus vidas. Demostrando que el pretendido maniqueísmo que la propaganda extendió durante la guerra, no era sino otra herramienta bélica mas. Cousseau desdibuja patrias y banderas e identifica a cada hombre con unos valores humanos. Independientemente de su origen, bando o país. Y consigue una obra desgarradoramente humana que en mas de una ocasión deja al lector sin respiración.
Damien Cuvillier, pintar la tiniebla llena de luz.
A cargo del dibujo está el pincel del joven Damien Cuvillier, un apasionado del dibujo desde su juventud. Llena de expresividad la historia, dando protagonismo absoluto al color. A través de las acuarelas nos muestra una naturaleza verde y llena de luz. Otorgando todo el poder al color rojo como fuerza y telón de fondo de la Segunda Guerra Mundial. Retrata un mundo desgarrado por un conflicto que partió al planeta en dos, y paradójicamente lo hace llenándolo de color y vida. El mundo de «Los zapatos rojos» permanece inmutable al conflicto bélico. Ajeno, equidistante, contrastando así mas la miseria humana reflejada por el hombre.
En la última hoja Damien dibuja la esvástica alemana soportando el cadáver de un ave indefensa, victima del tirachinas. Se distinguen solo las piernas y los zapatos rojos, totalmente limpios, nada que ver con la caza. Nos preguntaremos que personaje representa, a Jules o Georges…? E identificaremos el poder del color rojo y la madera del arma, como la unión de los dos amigos, los dos mundos. Literalmente pisoteada por la presencia de los «zapatos rojos» revolucionarios. Con un estilo realista y una tensión narrativa digna de su lectura. Una fusión demoledora de la poesía y el grafismo. Digna valedora del dicho «mas vale una imagen que mil palabras». Porque esa imagen resume una guerra, millones de vidas perdidas y sintetiza el horror de una Europa estrangulada por el odio ciego.
Ponent Mon agrupa los dos tomos que completan la historia de Los Zapatos Rojos en una edición integral que te tocará el corazón, sin estridencias. Su estilo mezcla de manera perfecta los sentimientos que te perseguirán a través de las 96 páginas que envuelve esta obra. Un universo donde la condición humana, los horrores de la guerra, y el profundo sentido a las decisiones que tomas a lo largo de la vida, marcarán tu existencia. Una vez mas la editorial pone de manifiesto que no hay mes en el que los amantes del noveno arte no encuentren un imprescindible entre sus novedades.
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(Por expreso deseo de la comiteca y en honor a la verdad esta reseña se PUBLICA ORIGINALMENTE EN La comiteca, bajo mi autoría Isabel Novoa. Y bajo la corrección de Virginia Macias)