Si a las bajas pasiones le añadimos el desbordamiento de los apetitos, creamos el germen de la amoralidad. Como se describe en La Jauría.
Los coguionistas Cédric Simon y Éric Stalner, nos ofrecen una adaptación del trabajo de Émile Zola. La Jauría, publicada en 1871 con aproximadamente 400 páginas, se ajusta en 128 páginas de novela gráfica con absoluto acierto. Logran la hazaña de adaptar el grueso volumen. Manteniendo toda la intensidad de la novela perfectamente escenificada.
Zola era un escritor incómodo, porque le obsesionaba la verdad. Siguen vigentes sus análisis sociales y políticos como denuncia ácida.
Napoleón III (1808-1873), deseaba convertir la capital francesa en una ciudad ajardinada y de amplios bulevares. Expropiando y especulando si hacia falta las superficies y propiedades. Nombró a Haussmann Perfecto del Sena, para proporcional la fisonomia deseada. Un Paris con visión de conjunto e integrador. Las transformaciones de la capital necesitaron de autoritarismo directivo y nuevas formulas de gestión y financiación.
Un inmenso caudal de corrupcción y especulación urbanistica obsesiono a un advenedizo Aristide Saccard. Es más, consigue un puesto en el ayuntamiento maniobrado a su antojo. Sangrado un París que fluye en las venas de una capital trastornada por las mentiras, manipulación y engano. Sumergiéndonos en la agonía del alma humana. Aristide es el protagonista, convencido de que su destino estaba condenado a la grandeza, abrazando de infinita paciencia, la codicia apenas contenida.
Incluso lamentando la muerte de una esposa enferma, y preparando en el mismo momento la oportunidad de negocio el volver a casarse. El reinado de las fianzas no entiende de éticas morales. ¡Todo tiene que ir en la dirección correcta!… Subirá la escalera de la vida social parisina con un equilibrio desconcertante, a través de unos planes muy bien pensados.
Los códigos relacionados con la alta burguesía, la antesala del poder… Todo se viste al detalle en una viñeta poderosa, detrás de los excesos.
El dibujo de Éric Stalner funciona como una alquimia con el guión y los personajes perfectamente representados. Dibuja un fresco de la mesocracia ascendente. Bajo el contexto de los profundos cambios en la planificación urbana parisina entre la década de 1850 y 1860. Nos muestra unas vistas de París magníficas. Postulando fielmente la novela original, destacando los detalles de arquitectura exterior, decoración de interiores o accesorios y vestuario de los protagonistas. Sobre todo demostrando la excelencia en el fiel reflejo de la codicia estructurada y contrastada, en las expresiones de los personajes. Reformada con un tratamiento de color limpio y dominante en cada situación. Consolidando una atmósfera fuerte, la locura de los personajes, su ingenuidad y su vicio o deseo. Algunos dibujos a página entera te sumergen en la elegancia pervertida del Segundo Imperio.
El naturalismo se presenta en Zola. Sin traicionarlo, el tandem familiar desarrolla placidamente en La Jauría, sin ápice de moralina, la agonia del alma humana.
Un amor imposible resalta las contradicciones relacionadas con la riqueza y opulencia que rodeaba a Reneé. La segunda esposa de Aristide, estéril de felicidad a pesar de su belleza, caprichos o bailes en su honor. Con un acertado enfoque que comprende todos los entresijos emocionales de esta historia. Destacando la psicología de cada personaje. Puede que, a pesar de no corresponder el final con el de la novela, se expone al juicio del lector el ignorar ese detalle. Ciertos clásicos de la literatura dan rienda suelta a muchos filtros y adaptaciones caprichosas de los autores, de carácter artístico.
Ponent Mon imprime maravillosas ediciones a un ritmo de periodicidad habitual, con pleno acierto en sus títulos. Convirtiéndose en una casa editora de obras muy interesantes, con un catálogo muy sugerente y cuidado. La edición de La Jauría es un tomo con papel mate grueso y tapa dura.Finalmente un obra magistralmente adaptada.
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