Cómo me puede gustar tanto el cómic? Cómo me puede gustar tanto el cine? Estas artes son la llave que encaja en la cerradura de mi universo
Isabel Novoa
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Corto Maltés: En Siberia- Reseña Cómic.

Reseña Corto Maltés Siberia

Corto Maltés inspecciona el frío y el desierto de Siberia en busca de una historia de coincidencias imposibles.

 

 

 

 

Hay en Venecia tres lugares mágicos y recónditos, uno en la calle Dell’amor Degli Amicis, otro en las proximidades del puente Delle Maravegie, y el último en la calle del Marrani, cerca de San Jeremiah, en el barrio antiguo. Cuando los venecianos se cansan de la autoridad establecida, acuden a estos tres lugares secretos y, al abrir sus puertas, se adentran en lugares maravillosos

 

Shanghai Li miembro de las “Linternas Rojas”.

Corto Maltés en Siberia es un volumen imprescindible en las aventuras del marinero, un súbdito británico con residencia oficial en el noveno arte.

 

Por lo tanto en Siberia, es una travesía por unas hojas donde se fusionan el dibujo y la narrativa para patrimonio de la eterna historieta. El particular imaginario de escepticismo irónico, tan característico en anteriores trabajos presenta, lo que bien podría ser un choque entre fábula e historia de determinadas constantes. El historietista italiano crea un ambientes de sacudida impactante, en unos páramos de escenario enorme, poblado por multitud de ambientes blindados de lujo, faroles rojos y triadas, –organizaciones criminales de origen chino-.

CORTO MALTÉS 06: EN SIBERIA

 

Corto Maltés en Siberia

Un catálogo de figuras en torno al Barón Roman Ungern von Sternberg, un personaje real, de carácter violento que nos introduce al más puro estilo Pratt, en Mongolia, –un país soberano, sin acceso al mar, situado en Asia Oriental. Limita con Rusia al norte y con China al sur– abre caminos entre ecos de revolución rusa y, el final de la Primera Guerra Mundial. Un marco perfecto para dar más consistencia al conjunto de esta aventura poblada por sociedades secretas.

 

El barón se creía una reencarnación del famoso caudillo mongol, Gengis Khan un guerrero de difícil personalidad que actuaba como un señor de guerra, torturaba y ejecutaba a los enemigos, originando el apodo, merecidamente, que se le adjudicó: el Barón Sanguinario.

 

Con una ilustración compensada en una dimensión sacudida por las convulsiones del proceso revolucionario, se conjuga el movimiento quizás viciado, de un exceso sempiterno de peligro.

 

De igual forma, con brillantes excusas, el álbum se flanquea de secundarios conocidos, figuras históricas que alimentan sueños e historias. Como consecuencia ello este desierto le permite dotar de más fuerza el título, una epopeya terrestre anclada en el suelo, sin mar ni barco. Pratt fue capaz de encontrá oro en la geopolítica, y de reinventarse una vez más en la viñeta, en cada título…

Con Corto Maltés en Siberia decidió provocar supense y ciertas sacudidas con un convoy blindado lleno de oro, un elemento químico que perteneció al zar Nicolás II, con ello mantiene el ritmo y ampliaría su eco más allá de la aventura…

Las pistas que da serán suficientes para el misterioso marino de gorra oficial, ataviada casi siempre de pragmatismo. El trazo al que somete el pincel añade un barniz, una vez más y de manera sobresaliente, al universo de Corto, siempre a libre disposición del leyente.

 

 El logro de Ugo Eugenio Prat consiste en que el lector enseguida empatiza con un universo que engancha.

 

 

Aderezado de cierto misticismo, el agudo lápiz de Hugo Pratt continua con una aventura arrolladora donde orbita la revolución bolchevique sugestionada por una realidad histórica. La economía de detalles textuales estructura el álbum al rango de expresión artística, por estar dialogado mayoritariamente por el trazo del pincel. Un marco impecable que acaba encajando perfectamente.

 

Casi todos los personajes parecen estar rodeados de una cierta áurea que le sienta genial al tono de la trama, una confabulación que viaja entre vagones, sobre carriles remolcados, impulsados por una aristócrata.

Marina Seminova

 

Al frente, Corto Maltes cautivándonos nuevamente de secretos en un escenario que representa horizontes lejanos.

Una travesía conectada por personajes fascinantes… Un capitán ruso que tiene los rasgos del cantante Nino Ferrer (además, uno de los dibujos será utilizado por el cantante para un cartel anunciando su gira). El barón Ungern Von Sternberg, una magnífica figura histórica, el general Tchang, Une-Oreille, Marina Seminova, Shanghai Li, Seménov y el mayor Jack Tipitt, ah, y Rasputin, un tipo malhumorado instalado acertadamente en la trama, redondeando la representación.

 

El veneciano, ciudadano del mundo, traslada al papel apátridas de su tiempo. El texto y trazo avanzan en equilibrio a bordo de trenes de rápida sucesión en la inmensidad de la llanura siberiana.

 

La estructura clásica del romanticismo, siempre al servicio del marinero, lo protagonizan sinuosas pinceladas de dos mujeres en la Rusia revolucionaria del final de los zares. Dos mujeres que fascinan a Corto.

En definitiva, este título es capaz de satisfacer a quienes disfrutan de la aventura, a lectores que pueden gustar de un eco a los tiempos revolucionarios. Un puzzle étnico en las estepas que sin romper con su ya característico estilo, tiene su guinda en un jugoso ingrediente… Oro, un tren lleno de oro que viaja a lo largo de Hong Kong a través de China, Mongolia y Siberia.

Corto Maltés en Siberia.

 

Norma Editorial edita una nueva entrega dentro de la colección, para muchos el mejor cómic de Hugo Pratt y la etapa más interesante. Una edición impecable recogida en color y blanco y negro, acompañada de un dossier con acuarelas del autor y, un excelente prólogo de Álvaro Pons a modo de pista, que nos introduce entre bambalinas para captar la atención de todos nosotros.

 


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