Blueberry, Integral 9 resulta eficaz con un magistral duelo entre Ok Corral, Dust y Apaches. La modernidad que imprime la leyenda está ramificada en todas las direcciones, sobre todo en la búsqueda introspectiva de Nike Donovan por Moebius.
«CULMINA LA EDICIÓN INTEGRAL DEL MEJOR WÉSTERN DE LA HISTORIA DEL CÓMIC»
BLUEBERRY. EDICIÓN INTEGRAL 9
Jean Giraud es considerado como uno de los más grandes entre el noveno arte, Blueberry es su verdadera piedra angular. Este último integral confronta al ex teniente con Wyatt Earp y a Gerónimo, es un prefacio hacia el final de un impertinente jugador de poker, bebedor y un irrespetuoso soldado de la caballería estadounidense.
Blueberry transita entre las llanuras por donde mordería el polvo el territorio del celuloide o cualquier anaquel que cargara alguna novela del mítico y salvaje oeste. Donde no eres nadie sin revolver y donde disparas primero y piensas después. El código aún vigente exalta los personajes y el atractivo de aquel universo pero el talento de Giraud y Charlier es la quintaesencia, el teniente Mike Blueberry revoluciona el género que sostiene una trama y un dibujo a prueba de balas.
Fallecido Jean-Michel Charlier, Giraud se hizo cargo de la serie, aunque el primero de sus guiones, una mezcla de western y fantástico titulada Blueberry 1900, fuera rechazada por el hijo del guionista belga.
El primer episodio se titulaba Fort Navajo (1965), nacía una leyenda del western de culto entre otros personajes. Cochise, o desertores comandados por el capitán Finlay, Jim Mac Clure o Red Neck, indios y criminales buscadores de oro… Sin olvidarnos de la lucha despiadada de las grandes compañías ferroviarias. Fueron casi sesenta años con un nivel muy elevado, como sus principios, un sureño de corazón que encarna a la perfección su papel viviendo varias vidas con un enjambre de referencias sobretodo cinéfilas.
Ok Corral
Ok Corral parte de los mitos previos, apuesta por el juego de la fantasía, la figura de un asesino en serie contemporáneo adaptado al western. Los dibujos sorprenden con una gestualidad bien administrada y poco frecuente en los dibujos en color se aleja de los cánones marca de fábrica para personajes del oeste. Mister Blueberry se establece, parece resignado, en la ciudad minera con los hermanos Earp, Wyatt, Virgil y Morgan. Gobierna su amigo Doc Holliday y por supuesto con la guapa Doree Malone, un elenco extraordinario de personajes secundarios. Mister Blueberry parece resignado a un entorno vertiginoso de incesante ir y venir entre el pasado y el presente, bajo el signo de la dualidad y en un permanente juego entre ficción y realidad.
Dust
Dust cierra el ciclo de Mister Blueberry, diseñado por Giraud. Es el álbum más voluminoso de la serie con recursos más contemporáneos e historias paralelas cerrando las guerras indias. Un ajuste de cuentas y una atmósfera de salones con humo, borrachos y peleas en la ciudad de Tombstone con una galería de personajes fantásticos entre ellos Cambell el periodista y el joven Billy coherentes con el universo dibujado en Dust fue creado integramente por Moebius.
Apaches
Apaches es el número 00 en la línea de continuidad de la serie. La guerra civil acaba de terminar el teniente Blueberry va de camino a un nuevo destino Fort Mescalero, partiendo de mitos previos, incluso de clichés básicos. Retoma algunos dibujos de tinta sobre papel, en la búsqueda del sentido que esconden el completo declive de Mister Blueberry mientras nos cuenta la génesis de la serie sembrando incluso confusión entre los lectores. La historia se ramifica en todas las direcciones, como una historia subterránea, a partir de páginas preexistentes a modo de flashbacks. Cronológicamente, esta historia tiene lugar al final de la guerra civil, por lo tanto, antes de la primera aventura de esta serie. Mike no es el héroe invencible, sino un soldado perdido en tiempos de paz.
Entre los personajes femeninos que aparecen en las aventuras de Blueberry, hay una que es la única que le obsesiona: la cabaretera conocida como Chihuahua Pearl.
La edición de los integrales de Norma sigue fielmente la colección de Dargaud. Recoge en los nueve integrales una serie que supura todos los clichés del western americano, un punto de referencia absoluto. Indispensable para los amantes del noveno arte, un trabajo que ha evolucionado con tiempo y con todos los ingredientes posibles. Alcanzan el nivel sobradamente de obra maestra con influencias clásicas sobre un personaje irrepetible.
Te recomendamos…
El hombre que mató a Lucky Luke
Gus.
La bestia humana. Jean Renoir – Reseña